Primer dato curioso: la Biblia no es un texto escrito originalmente en español… “Dah, eso ya lo sabía, insulso escribidor, ¿y pretendes que lea tu texto si de inicio dices algo ya tan conocido?”, me recriminará el lector, que es cristiano estudioso… e impaciente. “Yo sé -le contesto desde ya- que no ignorabas esto, pero dame una oportunidad”… Sigue leyendo